Cuándo NO se debe realizar una endodoncia

La endodoncia o tratamiento de conductos, es un procedimiento dental destinado a salvar un diente dañado o infectado eliminando la pulpa dental afectada, limpiando los conductos radiculares y sellándolos. Existen casos en las que realizar una endodoncia no es recomendable o viable, y optar por otro tipo de tratamiento puede ser más beneficioso para el paciente.

A continuación, exploraremos cuatro casos en los que NO se debe realizar una endodoncia.

Última actualización: 10/09/2024

1. Diente sin estructura suficiente para restaurarse

Una de las principales razones para evitar una endodoncia es cuando el diente está tan deteriorado que no cuenta con suficiente estructura para poder ser restaurado adecuadamente y esto debido a caries, fracturas severas o erosión, ello hace que el diente no pueda sostener una restauración como una corona, por lo tanto la endodoncia no será efectiva a largo plazo.

En estos casos, la extracción y un reemplazo, como un implante dental, pueden ser una opción más viable.

2. Infección avanzada o absceso no tratable

Cuando la infección en el diente está muy avanzada o el absceso (acumulación de pus) es extenso y ha dañado significativamente el hueso que rodea la raíz del diente, la endodoncia no podrá curar la infección por completo.

El riesgo de recurrencia es alto, y puede ser necesario un tratamiento más agresivo, como una extracción del diente afectado, para evitar que la infección se propague a otras áreas de la boca o cuerpo.

3. Dientes con movilidad excesiva por enfermedad periodontal

Cuando un diente tiene movilidad severa debido a una enfermedad periodontal avanzada, la endodoncia no es aconsejable. La enfermedad periodontal afecta el soporte óseo del diente, lo que provoca su movilidad. Si el soporte óseo se ha visto gravemente comprometido, salvar el diente a través de una endodoncia no será posible.
¿Por qué no se debe hacer?
En estos casos, el problema principal no es el daño en el interior del diente, sino la pérdida de soporte óseo alrededor del diente. Incluso después de realizar la endodoncia, el diente puede estar tan debilitado que eventualmente se pierda debido a la falta de estabilidad.

4. Fracturas radiculares verticales

Las fracturas verticales de la raíz son un motivo claro para evitar la endodoncia. Este tipo de fractura es difícil de detectar en ocasiones, pero puede comprometer seriamente la estructura del diente. Si la fractura es extensa o se extiende desde la corona hasta la raíz, no hay manera efectiva de salvar el diente, incluso con una endodoncia.
¿Por qué no se debe hacer?
Las fracturas radiculares verticales no pueden repararse con un tratamiento de conductos porque la fractura compromete la integridad del diente desde su base. El tratamiento más común en estos casos es la extracción del diente para evitar infecciones y otros problemas.

Conclusión

Si bien la endodoncia es una técnica eficaz para salvar dientes dañados o infectados, hay situaciones en las que no es recomendable realizarla. Los dientes que no cuentan con suficiente estructura, que presentan infecciones avanzadas o fracturas radiculares, o que sufren de movilidad severa debido a enfermedad periodontal no son buenos candidatos para este tratamiento. En estos casos, un dentista o especialista en endodoncia evaluará otras opciones, como la extracción o la colocación de un implante, para preservar la salud bucal a largo plazo.
Es importante acudir a un especialista para realizar una evaluación completa y determinar el mejor tratamiento para tu caso específico

Sobre el autor:

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Dra Nancy Tintaya
Es Cirujano Dentista de profesión COP 26355, ha realizado diferentes post grados en cirugía oral y ortodoncia.

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